Secundina Monroy Gualtero, ‘La Vieja Satu’, cuenta: “este espanto recorre todas las montañas de la cordillera central colombiana; es un hombre cuya apariencia se asemeja a la de un hombre del campo, siempre va en su cabalgadura y recorre a paso lento cualquier municipio”.
“Los campesinos dedicados a las labores del agro, aseguran que cuando escuchan cascos que se movilizan muy lento, saben que La Mula de Rafles está muy cerca, y señalan que cuando este espanto está en la zona, trae consigo tempestades, vendavales, muerte de las bestias y de los animales de granja; otros dicen que incluso la cosecha se pudre dentro de los costales cuando las llevan al mercado”, añade Bernardo Sánchez, ‘El Maestro Berna’.
“Eso cuando lo ven de frente se dan cuenta de que es una calavera, a la que le salen gusanos de los ojos y rastrilla los dientes de forma diabólica porque lanza candela; si van en bestia pueden huir del sitio, pero sino, los caminantes pierden la conciencia por varias horas y quedan tirados en la vera del camino”, finaliza Secundina Monroy Gualtero, ‘La Vieja Satu’.